miércoles, noviembre 26, 2014

Chile empieza a pasar el platillo, por Tomas Bradanovic.





Chile empieza a pasar el platillo,

por Tomas Bradanovic.




 Era cuestión de tiempo, pero nunca pensé que pasaría tan rápido. Se sabía que la economía iba a ser difícil a partir de este año -para el gobierno que fuera- porque se viene un deterioro de los términos de intercambio, especialmente el precio del cobre que sigue siendo parte muy importante en los ingresos del estado.


El cálculo económico para enfrentar este problema, que ya se anticipaba, ha sido desastroso. Todavía no empieza a deteriorarse el precio del cobre y la economía ha tenido una caída brutal en solo un año. No voy a poner números porque están por todos lados, se lo dejo de tarea chequear por si alguien no me cree.


Es muy extraño, Arenas, si mal no recuerdo, fue director de presupuestos y tiene que manejar en la uña el balance de los ingresos y egresos fiscales. Pero su desempeño en el Ministerio de Hacienda ha sido catastrófico: equivalente al de Falcioni como entrenador de Universidad Católica, claro que a este último lo despidieron con repudio y Arenas sigue en su puesto.


Esto no ha sido casualidad ni un plan deliberado para "instalar el comunismo" como creen muchos de mis amigos, es el resultado de una cadena de decisiones claves fallidas, malas estimaciones y pésimo manejo de las expectativas, como veremos en seguida.


La primera decisión desastrosa fue enfrentar los problemas de caja fiscal subiendo los impuestos. La reforma tributaria explica, si no todos una buena parte, de los problemas económicos que enfrenta el fisco en estos momentos. En principio se pensó y publicitó una reforma redistributiva, para que "los poderosos de siempre" -para usar su propio lenguaje- pusieran la plata que el fisco necesita con urgencia.


Claro que los poderosos de siempre no necesitaron reclamar demasiado, ni tuvieron que ladrar, bastó con unos pocos gruñidos para que la reforma se deformara y  terminaran con un engendro que castiga a los giles de siempre, es decir a la gente común y silvestre, subiendo principalmente los impuestos al pecado. Por lo demás no podía ser de otra manera, en ninguna parte del mundo los ricos pagan efectivamente grandes cargas de impuestos.


Ese fue un error grave por varias razones, la principal es que con la reforma -deformada para proteger a los poderosos- no está recaudando más sino menos que antes, big mistake, y lo que es peor que los poderosos de siempre se enojaron por el intento y la retórica anti empresarial, así fue como la inversión en el país se ha desplomado a niveles que no se conocieron en muchos años, pese a que no existen -más bien dicho todavía no empiezan- los problemas externos que vendrán cuando se desplome el precio del cobre.


Si quieren una explicación sencilla de por que los indicadores económicos andan tan mal, este es uno de los raros casos en que existe esa explicación simple y evidente: la inversión en Chile se ha desplomado en menos de un año, la formación bruta de capital fijo, que explica en gran parte el crecimiento de los países, en Chile se fue al carajo por un problema de expectativas.


Y ojo, que todavía no empieza lo malo, estamos en una situación excelente con precio del cobre alrededor de los tres dólares. Cualquiera en su sano juicio sabe que ese precio no se va a mantener y solo puede bajar, allí es cuando van a empezar los verdaderos problemas.


¿Como pudimos llegar a esto? en mi opinión es porque se rompieron algunos tabúes que mantuvo la concertación durante los largos años en que fueron gobierno. Tal como se va cortando un salame en rodajas muy finas para que no se note como se va achicando. Lo primero fue el invento de Andrés Velasco -el mismo que algunos derechistas tontos ven como el mesías- para quebrar abiertamente la regla sobre el déficit fiscal: el lo llamó presupuestos contra-cíclicos y hasta publicó un par de artículos con esa burda cuchufleta.


Cuando llega Bachelet a su segundo gobierno se rompió un segundo tabú que consistía en nombrar siempre un ministro de hacienda con carácter o pergaminos tales que fuese capaz de contener las extravagancias de los partidos y presidente de turno. Arenas, que siempre fue un tipo de segunda fila, carece de la capacidad intelectual, carácter ni credenciales necesarias para eso, así es que se rindió desde el principio a los caprichos de la presidenta y su círculo de hierro. Ahi están los resultados.


Ahora Chile saldrá a pasar el platillo. La reforma tributaria fue un fiasco y en la caja de fondos de papá fisco no hay plata para enfrentar los años que le quedan, han llenado la administración pública de zánganos y han elevado sus propios sueldos a niveles desopilantes, Chile es uno de los pocos países del mundo donde las autoridades ganan más que en los países más ricos y poderosos del planeta, además hay que comprar votos con hemorragia de inversión pública y de algún lado tiene que salir la plata.


El gobierno está acorralado tal como un farrero que gasta más de lo que gana y se le empiezan a acumular las cuentas impagas. En estos casos solo quedan dos caminos: imprimir los billetes que faltan para cuadrar la caja (cosa imposible gracias a la actual ley del Banco central) o endeudarse.


El gobierno no eligió sino que se ve obligado a endeudarse y ya confirmaron que saldrán a  pedir prestado emitiendo bonos por al menos 500 millones de dólares. Otro camino sería financiarse con las reservas pero eso si que resultaría impensable, al menos por el momento. Y ahora viene lo bueno ¿a qué tasa de interés lograrán colocar los papeles?.


Igual que con las personas endeudarse no es malo per se, uno se puede endeudar para hacer negocios o inversiones que pueden rentar mucho más que el interés de colocación. Lo mismo ocurre con los países y durante Piñera se colocaron papeles de deuda a una tasa de interés histórica excelente. Ahora que Chile se endeudará obligado por la necesidad ¿cuál será la tasa que va a conseguir?. Esa es la pregunta del billón y nos dirá mucho sobre nuestro futuro económico en los tres años que se nos vienen, la tasa de interés en estos casos es el mejor termómetro del mundo.


Probablemente no se va a notar mucho este año, pero a partir del año que viene va a aparecer la cesantía y tal vez la inflación. Si yo fuese asalariado de una empresa productiva o de servicios empezaría a preocuparme y hacer mi plan B porque vienen los despidos en masa y el dinero -especialmente los ahorros- van a valer cada vez menos. Bueno, es lo que nosotros mismos elegimos ¿o no?


EMPELOTANDO A LAGOS