No es la economía Ministro,
¡es la calidad!,
por Sergio Melnick.
“No es confiable
que el Ministro pida los recursos sin decir cómo los quiere usar”.
Estimado Ministro, nos ha pedido que confiemos en usted, a pesar de
todas las declaraciones extrañas que ha hecho desde que asumió. Yo estoy más
que dispuesto, pero ayúdenos un poco a hacerlo. Ha pedido que confiemos porque
fue un buen Ministro de Hacienda y lo fue, pero ha reconocido que no sabe de
educación. Ha pedido que lo evalúen por los hechos no por los dichos, pero sólo
tenemos dichos y una confusión en todos los sectores incluyendo a su coalición
de Gobierno.
Nos dice que no puede decir cuál es el diseño de toda la reforma, sino
que la irá revelando de a poco. Eso es como construir una casa sin planos de
arquitectura. Los proyectos que ha mandado al Congreso son realmente malos,
como el interventor universitario, y lo referente a los colegios
subvencionados. No debe haber interventor sin una superintendencia. Puso la
carreta delante de los bueyes.
Nada de esto ayuda a que le tengamos confianza, ya que, como los
antibióticos, sus reformas van a arrasar con lo bueno y lo malo al mismo
tiempo.
La confianza llegará cuando entienda que la primera prioridad de una
reforma educacional es la calidad, la segunda es la equidad y se focalice en
ello. Todo el resto es instrumental, es ideología. El día que tengamos total
cobertura y calidad en la educación preescolar, y liceos públicos de alta
calidad, otro gallo cantará. De eso es lo que queremos hablar, no de más
cruzadas ideológicas sesenteras que no llevan a nada, salvo a la polarización
como entonces.
¿Qué va a hacer con la traba que es el estatuto docente? ¿Cómo va a
conseguir buenos profesores y directores? ¿Cómo va a lograr la máxima
diversidad de proyectos educativos y aplicar las nuevas tecnologías
disponibles? ¿Cómo va a involucrar a los padres? ¿Cuánto cuesta realmente todo
lo que propone y cómo será la asignación de los recursos? No es confiable, Ministro,
que nada haya dicho de ello y que pida los recursos sin decir exactamente cómo
los quiere usar, y de eso sí que usted sabe. Yo creo que está muy consciente de
que con todo lo que Bachelet ha ofrecido gastar, ya no quedan tantos recursos
para la educación cómo se suponía. ¿Por qué no transparentar el gasto?
La desmunicipalización es un serio error y una pérdida de 30 años de
experiencia del país. Lo que hay que hacer es apuntalarla y financiarla
adecuadamente, lo que no se hizo por razones ideológicas en la Concertación. La
nueva forma de centralización que propone no es confiable y no sabemos cuánto
cuesta ni cómo será administrada.
En el tema universitario, la confusión es gigantesca. ¿Piensa fijar
tarifas en las carreras? Ese sería un error de proporciones, ya que la
educación no es un commodity. Tendría que fijar miles de precios. ¿Cómo será la
gobernanza de las universidades Estatales con nuevo financiamiento? ¿Por qué
discriminar a la Universidad Católica que es hoy la mejor de América Latina o a
las privadas que son mejores que las públicas? ¿Qué hará en investigación?
En fin, ayudemos a ayudarle, porque que hoy ya no tiene el capital
político que tuvo para pedir un cheque en blanco. Yo más bien diría que está
sobregirado. Necesitamos garantías reales y todos lo ayudaremos.
Tomado de Diario La Segunda del 31 de julio de 2014.