Chile a la
defensiva,
por Hernán Felipe Errázuriz.
Estamos a la defensiva, más bien, casi
paralizados ante la ofensiva comunicacional de Bolivia. El Presidente Morales,
su Vicepresidente, ex Presidentes, Parlamentarios y Embajadores itinerantes
bolivianos recorren el mundo promoviendo su demanda ante La Haya. Los enviados
especiales -afines y opositores al Gobierno de Morales- aprovechan foros
multilaterales, dictan conferencias en universidades y centros de estudios
internacionales, se entrevistan con ex mandatarios y personajes influyentes y
distribuyen material especialmente preparado para sus cometidos. Afincan el
mito de que Bolivia no tiene un derecho privilegiado de libre tránsito para
salir al Pacífico, atribuyen sus desventuras a la mediterraneidad y no a los
fracasos de sus Gobernantes e instituciones, e insisten en que la Corte puede
obligar a Chile a concederle territorios soberanos, alterando límites y
tratados. Semejante competencia es improcedente, la eventual sentencia
inaceptable y el precedente, funesto para la estabilidad mundial de las fronteras.
La campaña boliviana asume que la dimensión
política del litigio es trascendental, que los Jueces de La Haya no son
indiferentes a la opinión pública ni a la influencia de los Gobiernos: están
conscientes de que el apoyo internacional a su reclamación es útil para
persuadir a los Magistrados.
Chile, en cambio, ni siquiera ha repetido la
publicación de la respuesta de los ex Cancilleres, como lo hiciera para
replicar a la demanda peruana. Está pendiente la recomendación de concretar
acciones planificadas, con asesoría especializada de expertos comunicacionales.
Esta no es una tarea de los agentes ni de sus equipos jurídicos. Parece que no
aprendimos de la reciente experiencia del juicio sobre delimitación marítima
con el Perú. Entonces prevaleció la tesis de los contraproducentes riesgos de
acciones fuera de los estrados de la Corte de La Haya.
También es impostergable plantear, desde luego
y sin temores, la excepción de incompetencia de la Corte. No deberíamos
renunciar a ese recurso preliminar. Contamos con excelentes abogados y
fundamentos. Es preciso dar una pronta señal, jurídica, política, decidida, no
postergada ni diluida en otras alegaciones de la contramemoria. Ha transcurrido
más de un año desde la presentación de la demanda boliviana y no podemos
esperar otro para reclamar la incompetencia.
La Corte de La Haya no tiene jurisdicción, no
puede admitir ni seguir adelante con una demanda sobre un tratado anterior a
1948, punto de partida de los asuntos bajo su competencia. Ese no fue el caso de
la demanda peruana en que los tratados invocados eran de 1952 y 1954. Lo que
busca Bolivia por la vía encubierta es una reivindicación territorial y el
desconocimiento del tratado de paz de 1904 que fijó la soberanía nacional y los
límites definitivos entre Chile y Bolivia.
(Artículo tomado de Diario El Mercurio del sábado)
Nuestra opinión:
Chile posee todos los argumentos legales e históricos
para defender sus derechos, falta la voluntad de publicitarlos para
contrarrestar la ofensiva publicitaria maniquea y engañosa de los bolivianos.
Creemos que en vez de dilapidar recursos en pagar
la educación de los más ricos o instalar WiFi en el metro se debe iniciar una
ofensiva comunicacional que demuestre al mundo la solidez de nuestra posición.
Hay políticos que actúan como traidores a la
Patria, que plantean que hay que acceder a la majadera campaña altiplánica, pensamos
que debemos tomar nota de ellos y en las próximas elecciones pasarles la cuenta
Este no es un tema político, aquí no puede
haber oposición u oficialismo, una cuestión de país en la que todos los
chilenos debemos estar tras el Gobierno en la defensa de nuestro territorio y
del futuro nacional.