¿Cómo andamos por casa? ,
por Verónica Abud.
Es primera vez que voté por el candidato a la Presidencia que ganó. En 1970 no tenía la edad para votar, luego fueron 17 años de gobierno militar, para llegar a los 20 años de la Concertación, por la que nunca voté. Ahora que llegó el momento, es indispensable reflexionar cuál debería ser la postura que asumamos en este nuevo Gobierno ante este inédito escenario.
Durante los últimos años nos hemos quejado mucho de los gobiernos de la Concertación, y peleado por lo que sinceramente creemos que debería hacerse en diferentes ámbitos de la sociedad. Mejorar la calidad de la educación, la atención de salud, viviendas sociales dignas, apoyo a los microempresarios, mejor cultura, entre otros, han sido temas recurrentes.
¿Cuál será nuestra actitud para apoyar a este nuevo gobierno? ¿Estaremos en la cancha como buenos jugadores? ¿Estaremos en la galería, aplaudiendo o haciendo barra? ¿O estaremos disparando consejos y advertencias de cómo se podría jugar mejor?
Los partidos políticos juegan poco en la cancha, que es donde se ganan los partidos. Los que están sentados en la galería aplaudirán o gritarán fuerte como barra para dar ánimo a los jugadores, pero no estarán jugando el partido.
De los jugadores dependerá el resultado. Empezando por su entrenador, el Presidente Piñera, y los jugadores, representados por las innumerables autoridades designadas en las más diversas áreas del quehacer nacional, y los ciudadanos, que pueden entrar a la cancha, sin tener que pedirle permiso a nadie, sólo teniendo ganas de apoyar a este gobierno para que logre resultados que permitan avanzar hacia un país desarrollado y con equidad social.
Debemos preguntarnos: ¿Qué estoy haciendo yo por mi país, ahora que tenemos un Presidente que representa nuestros deseos para un Chile mejor? Si la respuesta es "No es mi problema, ya que no estoy en un cargo de gobierno. Yo sólo me dedicaré a apoyarlos desde mi perspectiva personal. Yo participo entregando mi voto, y que otros trabajen. Los problemas ajenos a mi quehacer no me corresponden. Que el Estado se haga cargo de los problemas, yo ya pago mis impuestos", querrá decir que no hemos entendido.
Para que un gobierno tenga éxito y continuidad, se necesita el compromiso de todos nosotros. No desde la galería o disparando, sino jugando el partido en la cancha, dando lo mejor de nosotros en pos de un objetivo mayor, un Chile desarrollado.
Para saber cómo andamos por casa sugiero pensar el siguiente planteamiento: "Si cada empresario, pequeño, mediano o grande, contrata a una persona, terminamos de un plumazo con la cesantía".