El sistema de las micros amarillas era una mugre, pero esto es peor, así se refirió una usuario al sistema de transporte de pasajeros creado por Lagos e implementado por Bachelet. Se ha prometido durante casi dos años todo tipo de mejorías, pero los resultados siguen manteniendo absolutamente inconformes a los clientes.
Los ofrecimientos, previos a la implementación, de un sistema cómodo, limpio, sin esperas, con un transporte decente, con un trato mejorado, sin duda ha dejado una estela de frustraciones en gente que creyó en la dialéctica con que el ex Presidente Lagos presentó el sistema y en la imagen de Iván Zamorano que lo promocionó.
Hay una serie de antecedentes que los estudios no reflejan, como una enorme cantidad de ancianos, o enfermos, a los que simplemente se dejó sin posibilidades de salir de sus barrios, que el metro es simplemente inutilizable por las aglomeraciones, que el sistema esta mal diseñado desde el escritorio de un burócrata.
La única mejoría que tiene el sistema de transporte es la forma de pago, la tarjeta BIP, el resto, a pesar del costo multimillonario que ha tenido para los contribuyentes sigue siendo, por calificarlo de una manera amable, absolutamente deficiente y una ofensa a la dignidad de los ciudadanos.
Se ha acercado a las mallas de recorridos de las amarillas, se ha contratado a casi todos los buses de ese tipo repintándolos con los colores del Transantiago, pero siguen faltando máquinas, recorridos y gente que entienda de transporte de pasajeros. Menos mediatismo de los encargados y más soluciones técnicas.
Creemos que Cortazar, que ha demostrado ser un excelente comunicador pero un muy mal gestor, por el bien de los sufridos pasajeros del sistema público, debe dar un paso al lado y se debe llevar a reemplazarlo a gente que tenga la voluntad política y las capacidades necesarias para solucionar este desastre.
Este ha sido uno de los más grandes errores, casi con categoría de horror, que ha cometido Gobierno alguno, pues además de las humillaciones a que nos ha sometido, ha provocado disfuncionalidades familiares, nos ha robado el necesario descanso y ha implicado una brutal falta de respeto a los contribuyentes.
Ahora, que se acerca la Teletón, es bueno meditar que estos Gobiernos socialistas han preferido botar la plata de los chilenos en financiar a empresas que ellos mismos han calificado de ineficientes e incumplidoras, en vez de financiar la rehabilitación de nuestros niños o construir más hospitales.
Hablan muy bien, dicen cosas bonitas, prometen soluciones para todos nuestros problemas, pero vamos a cumplir 20 años de continuas frustraciones, de engaños permanente y de ofrecimientos que nunca llegan a convertirse en las realidades que nos prometieron.
Estos son antecedentes que debemos tener a la vista al momento de votar en las próximas elecciones presidenciales, para las que falta solo un año, ya nos han demostrado de manera indiscutible que son incapaces y rapaces, votemos por otra alternativa, tendremos la posibilidad que lo hagan mejor.