El miércoles, la señorita Presidente de la Republica, Michelle Bachelet, en la inauguración del 44º Periodo de Sesiones de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, CICAD, continúo con sus frases efectistas pero que carecen completamente de sentido en la realidad que vive el País.
Entre las “perlas” de nuestra Mandatario destacamos “las políticas públicas que dan frutos duraderos, son aquellas que ponen en el centro de esas políticas a las personas”, que combatiendo estos delitos, y en el esfuerzo por atender a las victimas, “porque queremos a ellas también asegurarles, efectivamente, la protección y el amparo que la legitimidad de nuestra democracia pueda brindar”
La Primer Mandatario afirmó “Hemos erradicado del continente las dictaduras que nuestros países sufrieron durante décadas, pero no podemos aceptar que se instale un nuevo tipo de dictadura, un nuevo autoritarismo, el que puede provenir de la violencia, el abuso del crimen organizado y el narcotráfico que atemorice a nuestra población”,
La Mandatario realizó afirmaciones como que en Chile hemos incorporado las políticas de prevención del consumo en el conjunto de las políticas generales de protección social: en materia escolar, en materias de salud, en materias de trabajo, en pobreza, en apoyo a sectores vulnerables. Y quiero agregar deportes, que es una política muchas veces olvidada, pero inmensamente importante también”.
Parece que desde La Moneda las perspectivas visuales de las situaciones son distintas, pues parece que Bachelet, o quienes le preparan sus lindos discursos, están totalmente fuera de las realidades que vivimos los chilenos, que sabemos que la rehabilitación es escasa, que los esfuerzos por atender a las victimas son inexistentes, que a la población la institucionalidad no le brinda ni protección ni amparo.
Ni siquiera comentaremos lo de los autoritarismos pasados, pues han sido reemplazados por la tiranía de ellos mismos, y la dictadura de las drogas ya se ha encarnada en nuestro país, con la extrema violencia que practican los grupos delincuenciales y el narcotráfico ya se ha apoderado del país, haciendo perder las libertades a toda la ciudadanía, que debe vivir enrejada en sus casas por miedo a los malhechores.
Las afirmaciones, falsas de la mandatario, sobre la incorporación de políticas de prevención del consumo de estupefacientes, la protección social en materias escolares, las presuntas materias de salud, trabajo, pobreza, el apoyo a los sectores vulnerables y la agregación que hizo de la “política deportiva”, son solo mitología en la mente de nuestra Presidente, que parece no darse cuenta que estamos perdiendo la guerra contra la delincuencia.
Hemos sostenido que la Mandatario vive en un mundo de fantasía, una verdadera burbuja, en la que no se entera de los problemas y sufrimientos de la gente, sea porque le son ocultadas por el numeroso sequito de asesores, sea porque no tiene capacidades visuales o auditivas que le permitan, aunque solo sea a veces, escuchar la voz del pueblo que lo está pasando muy mal.
Hemos escrito esta nota porque consideramos que es un acto de corrupción inaceptable el intento de mantener engañada a la opinión pública nacional e intentar extender estas falsedades al mundo, características que con el tiempo se han ido transformando en permanente, dándoles una extraña experticia, en nuestros Gobernantes, en la desinformación generalizada.
