Verdades a medias, mentiras completas.Aunque la idea planteada por el Ministro del Interior Edmundo Pérez Yoma, en relación a la concreción de un acuerdo nacional para la mejoría de la gestión de las políticas públicas y como una manera de frenar la corrupción, nos parece excelente, pero la consideramos extemporánea, pues nadie puede llamar a un pacto social después de haber utilizado todos los medios del poder, inclusive el desprestigio de la institucionalidad, para proteger a uno de los suyos.
Estamos de acuerdo con la necesidad y la urgencia de proceder con criterio nacional, pero, para la realización de este sueño es imprescindible que la coalición que administra el Estado termine su ciega defensa de aquellos que son acusados de irregularidades, así como también es ineludible que deje de tensionar las relaciones con los otros poderes del Estado. La lucha contra la corrupción no es solo un problema de palabras es un problema de actitudes y acciones.
Sin duda la modernización del Estado es prioritaria, pero, todos coincidiremos que esta ha sido propuesta y manoseada cada vez que los gobiernos de la concertación han tenido problemas, pero, nunca han demostrado un real interés por poner la Administración al día ni tampoco por sancionar enérgicamente a los corruptos, más bien al contrario, les han protegido, transformándose en cómplices.
Durante estos poco más de dos años de Gobierno de Michelle Bachelet, y en los 6 años anteriores de la administración de Ricardo Lagos Escobar, se sucedieron los “emplazamientos” y los llamados rimbombantes, en los más variados temas, para una vez pasado el escándalo dejar en el arcón del olvido la hermosa fraseología utilizada en cada una de las emergencias.
Como lo hemos hecho en otras oportunidades, hacemos nuevamente un llamado al Gobierno a deponer las actitudes confrontacionales, dejar de lado el discurso “electoralista” para centrar las actividades, ojalá en un clima menos enrarecido, en los problemas reales que afectan a la ciudadanía. Debe ser muy importante Provoste, pero no hay duda que la mala educación, la vergonzante salud y la situación de nuestros viejos son problemas de verdad.
Las verdades deben ser completas, ya no es aceptable el secretismo brutal con que actúa el Ejecutivo, que sencillamente nos escamotea la verdad, para entregarnos solamente algunos rezagos, que como advierte el titulo, por no ser la verdad entera es una completa mentira.
