Texto completo de la entrevista publicada por El Nuevo Diario, de Managua, el sábado 3 de este mes, es decir hace menos de 48 horas.
Cree que Venezuela y sus recursos le pertenecen, dice obispo auxiliar de Maracaibo
“Chávez es un autócrata”
* Conferencia Episcopal se distanció al surgir autoritarismo y atropello a derechos humanos, dice monseñor Oswaldo Azuaje * Ni socialismo, ni siglo XXI, sólo la conocida receta de coartar las libertades * Su derecho a opinar en política, aunque les está vedado el partidarismo político
Luis Galeano
19:42 - 03/10/2009
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Maracaibo, Venezuela, monseñor Oswaldo Azuaje, afirma que el presidente de su país “es un autócrata” que cree que esa nación y sus recursos le pertenecen y que por eso es que a través de los mismos ejerce “influencia en la región y chantaje” en busca de apoyo político.
Este sacerdote de 58 años, con 34 años en el oficio y miembro de la Orden de los Carmelitas, en esta entrevista con END de la cual brindamos una primera parte ayer, habla de las relaciones de la Iglesia con el presidente Chávez, su postura sobre el Socialismo del Siglo XXI, sobre la reelección y el papel de los religiosos que usando la sotana ocupan cargos públicos.
¿Cómo es la relación de la Iglesia venezolana con su gobierno?
En este régimen que lleva un poco más de diez años, al inicio fueron relaciones cordiales y cercanas, pero después de dos años y medio del primer gobierno, el Ejecutivo empezó a alejarse al sentirse atacado, criticado, por determinados pronunciamientos de la Conferencia Episcopal, cosa que no era la primea vez que se daba ni con el único gobierno, pasó con Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera.
Lo que pasa es que ha habido situaciones que han ameritado un análisis por parte nuestra, sobre todo por el incremento de la violencia, la polarización sociopolítica, el autoritarismo, el atropello a los derechos humanos, y nuestros pronunciamientos han sido en comunión, aunque también nos han querido dividir en algún momento. Ante esas realidades no podemos callarnos, porque somos pastores y el pueblo nos habla de ello.
¿Cómo define la Iglesia venezolana lo que el presidente Chávez llama el Socialismos del Siglo XXI?
Es difícil definir lo que es el Socialismo del Siglo XXI, porque si ese socialismo es el cumplimiento de proyecto de país que se encuentra en la Constitución venezolana, donde hay pluralismo, diversidad de pensamiento, democracia plena, respeto a los derechos humanos, donde los poderes del Estado deben ser autónomos, no hay ningún problema, porque es para el bien de todo el pueblo, y es lo que se llama justicia social.
Pero no es así cuando la ideología predominante depende de una persona y de los lineamientos de lo que propone, con un Estado excesivamente potente y prepotente en menoscabo de la sociedad civil, que es la que es la protagonista, es decir, el Estado no puede confundirse con el gobierno de turno, el Estado queda los gobiernos pasan, y eso es lo que tiene que recordar quien gobierna.
Es decir, estamos viendo actitudes autoritarias, los poderes no tienen suficiente autonomía, porque valga que el presidente Chávez diga que quiere hacer algo para que los demás lo secunden, es decir, plegados totalmente a una postura política.
Pero el pueblo venezolano le ha dado la oportunidad al presidente Chávez de seguir en el poder, ha habido referendos que lo ratifican en el poder.
Efectivamente, y la gente lo ha hecho por una mejora de vida, en sus condiciones, por una igualdad que no significa homogenizarnos todos, sino en que todos tengan oportunidad para hacer y realizarse, pero dentro de un respeto, una democracia y una variedad de pensamiento, además que ustedes no deben perder de vista el calvario que tuvo que pasar el pueblo para que se aprobaran, en 2005, el ganó, pero dos años después perdió y dijo que era una victoria de m... en un irrespeto total a la población venezolana.
Hay quienes tildan al presidente de su país de dictador, ¿ustedes en la Iglesia cómo lo ven?
La verdad es que el dictador es el que entra al poder por la fuerza, por las armas, por la guerra, y tomando en cuenta eso no estamos ante una dictadura, nos encontramos ante un gobierno autoritario sin duda alguna, y eso lo vemos por la actitud tomada con los medios de comunicación, porque son tratados desde una ideología excluyente como oligarcas, al servicio del imperialismo y todas esas cosas, pero por otro lado vemos un capitalismo de Estado y un súper crecimiento del poder del Estado y del militarismo como nunca antes lo habíamos visto.
No tenemos un dictador, sino un autócrata que ejerce su poder con autoridad absoluta, y si no, mire usted las cadenas de televisión y de radio por cinco horas seguidas, es decir, obliga al ciudadano a que mire lo que ellos dicen, y a eso le sumas las propagandas gratis a favor del Estado, como los nodos que ponían en los cines antes de las películas en el régimen de Franco. En otras palabras, no tenemos una dictadura, pero caminamos hacia eso.
¿Cómo observan la influencia del presidente Chávez en países como Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Honduras a través del petróleo venezolano?
Lo más triste es que lo hace con recursos del pueblo, y es para tener apoyo político, así como cuando con chantaje a los empleados los obligan a marchar en sus manifestaciones para echarles vivas, de lo contrario los botan del trabajo. Lo más terrible es que eso que llaman solidaridad para afuera, afecta para adentro, porque hace 10 años decían que teníamos casi el mejor sistema de salud, pero hoy se acepta que hay un problema, porque no hay suficientes fondos.
Lo peor es que se ha vuelto un asunto de desestabilización en la región, y si no, vea lo que pasó con Honduras, y el presidente Zelaya ha andado de arriba hacia abajo en un avión de los venezolanos, es decir, es una influencia negativa con dineros y fondos que no son de él, mientras en Venezuela la gente vive en tugurios sin recursos para comer.
El presidente Chávez ha empujado a sus socios en la región a buscar la reelección. ¿Le parece que la reelección es viable?
No estoy de acuerdo con ninguna reelección, debe haber una regulación al poder porque el poder se te pega hasta en la piel y corrompe más que ninguna otra cosa, más que el dinero, por tanto no a las reelecciones ni a las reformas a las constituciones para lograr eso, porque los partidos y sus líderes deben dar lugar a los jóvenes. En Venezuela no había reelección, ahora hay indefinida, y eso no es bueno.
¿Por qué ustedes como Iglesia defienden su derecho a opinar en política?
Porque es nuestro deber como pastores, lo que no podemos ser es partidarios ni hacer vida política, los sacerdotes no deben ser politiqueros ni plegarnos a un determinado partido, y si su postura coincide con la manera de pensar o actuar de un político, pues eso puede pasar, pero nuestra independencia política partidista, observar la realidad sociopolítica y opinar de ello, es nuestro deber y obligación.
Ahora, si un religioso tiene vocación política y quiere asumir cargos, que abandone su oficio sacerdotal, y así lo ha hecho el presidente paraguayo (Fernando) Lugo, porque para asumir un cargo político tiene que quitarse la sotana, no puede estar de empleado de un gobierno y con el hábito puesto.