INSCRIPCIÓNES ELECTORALES, se acaba el plazo.La Constitución Política de Chile, entre los muchos derechos que nos asegura, nos garantiza el de elegir a nuestras Autoridades sean estas del Poder Ejecutivo, del Legislativo o de los Gobiernos Locales o Municipalidades.
Un alto porcentaje del “padrón” posible no se encuentra inscrito, sea porque no considera que los políticos vayan a cambiar nada, sea porque no creen en el sistema o porque sienten que no les interesa porque no soluciona sus problemas.
Por otro lado, un alto porcentaje de los que se encuentran inscritos no concurren a marcar sus preferencias, sea por comodidad, desinterés, simple desidia o porque coinciden con las expresiones de aquellos que no se han inscrito.
El resultado de esta operación, es que la mayoría de las personas en edad de elegir, no lo hacen, delegando de hecho, su derecho a decidir, en una pequeña minoría de gente interesada en la política o responsable de sus obligaciones.
Cuando alguno de los bloques existentes dice representar a la “mayoría popular” saben que están mintiendo, pues tienen plena conciencia de que pueden ser la más grande de las minorías en un sistema que se ha transformado en muy minoritario.
El padrón electoral ha ido envejeciendo de manera drástica, los jóvenes que representaban alrededor del 30% hace unos 20 años, hoy escasamente llegan a cerca de un 8%, lo que además debilita el sistema democrático.
¿Porqué debemos inscribirnos?, básicamente porque no es sano que las mayorías abdiquen a sus derechos y porque al no manifestar “opinión” estamos favoreciendo a ínfimas minorías que se encaraman en el poder haciendo lo que quieren.
Lo más grave que tiene esta, es que al no emitir nuestra decisión estamos inhabilitando nuestras posteriores quejas, si los “electos” hacen mal la pega, simplemente porque nosotros no hemos querido designar a otros.
Creemos que debemos dejar de lado la apatía, todos sabemos que la Concertación lo ha hecho mal y que el país va por un pésimo camino, es nuestra oportunidad, como pueblo, de expresar nuestro malestar y nuestros reclamos.
Las quejas “sordas” de la no participación no son contabilizadas, por lo que en el resultado no tienen ningún valor, lo que permite que minorías audaces se sientan con el derecho a imponernos sus soluciones.
La Ley General de Educación es un ejemplo brutal, todos los involucrados en el tema la consideran pobre, insuficiente e insatisfactoria, sin embargo la “mayoría” oficialista la logrará imponer por sobre la mayoría real del país.
El plazo para inscribirse vence el próximo sábado 28 de Julio, aprovecha la oportunidad hazlo, incentiva a quienes no están participando, después sin duda será tarde para ponernos a llorar por las malas administraciones que tenemos.
