Nunca nos hemos hecho muchas ilusiones ni con las capacidades que tanto le ponderaba la propaganda a nuestra Presidente, ni en su calidad de líder de la coalición oficialista, ni mucho menos en su posición es democrático-republicano.
Pero sí creíamos que se rodearía de la mejor gente posible, para al menos hacer un papel decoroso, y que al revisar la historia que nos llevó a un quiebre había sacado algunas provechosas lecciones de lo que no hay que hacer.
Teníamos, además, la ilusión de que comprendiera que aunque había sido elegida por la más grande de las minorías, ella siguiendo la Constitución Gobernaría para todos los chilenos, dejando de lado el detestable cuoteo.
Lamentablemente nuestros peores pronósticos se han cumplido, tenemos un país absolutamente acéfalo, donde todos gruñen alguna pachotada, pero nadie hace nada por solucionar los problemas del país.
Ayer nos hemos enterado del apego de la Mandatario al poder, de sus intenciones de intervenir fuertemente en los procesos electorales, como lo hizo Lagos, y que dedicará su tiempo a intentar revertir la voluntad popular.
La Administración Bachelet se ha caracterizado por un derroche impresionante de los recursos fiscales, un manejo desprolijo de las platas del pueblo y por una agenda politiquera que no prioriza los problemas reales de la gente.
Hoy más que nunca, ahora que están pactando con los comunistas, hay que tener en claro que votar por alguna de las listas que apoyan a Bachelet, de la ex Concertación, es volver al pasado y repetir odiosidades complejas.
Aunque no quieran reconocerlo, la falta de ideas y/o de conocimientos de la Gobernante, la mala asesoría de su Gabinete, llevan al país a un despeñadero, dejándonos en la imposibilidad de alcanzar el progreso necesario.
Ahora si importa por quien se vote, porque apoyando al oficialismo institucionalizamos la destrucción de la clase media y condenamos a los más humildes de la sociedad a una miseria permanente.
Hay varias alternativas, votemos por cualesquiera que implique deshacernos de esta pandilla de incapaces que se ha farreado las mejores condiciones que ha tenido algún Gobierno en nuestra Historia para abandonar el subdesarrollo.
Si lo anterior fuera poco, no podemos olvidar que nos han humillado de manera vergonzosa, Transantiago, Puente del Chacao o la reconstrucción del Norte, solo en beneficio de sus afanes de poder.