DOS CHILES
Quizás una de las cosas que más llama la atención, del ciudadano y también del observador exógeno, es la constatación de que estamos en un país que se vanagloria de tener ingresos impresionantes, que exhibe cifras espectaculares, cuyos macro indicadores son simplemente brillantes.
Pero, esos mismos observadores visualizan a gente que no está contenta, que deambula por las calles con caras bastante trágicas, que deben laborar largas jornadas para ganar un salario mínimo vergonzoso, que se encuentran asustadas porque si pierden la pega engrosaran las falanges de desocupados.
Otro motivo de esta "tristeza" es un sobre endeudamiento brutal, que además de contar con remuneraciones miserables, se consume un 60% en pagar los mínimos, para que los intereses sigan creciendo hasta llegar a ser impagables. Si nos quedamos sin pega, caemos al DICOM y desaparecemos laboralmente.
Sin duda estamos viviendo en dos Chiles distintos, uno de oficialismo y de los que tienen trabajo decente, que están bien, pudiendo gozar de todos los avances del desarrollo, pero el otro, formado por las mayorías, se revuelca en el trágico y doloroso escarnio de no poder sobrevivir dignamente ni poder dar a los suyos lo indispensable.
Las clases políticas no logran explicarse porqué los chilenos les tenemos en tan baja consideración y buscan las explicaciones mas absurdas para tratar de hacernos creer que han logrado comprender el fenómeno.
La razones de la mala avaluación ciudadana son evidentes, mucha promesa poco cumplimiento, trabajos mal hechos, tanto del ejecutivo como del Legislativo, escasa consistencia y la evidente complicidad con la corrupción.
Todos tenemos en la retina, y ahora lo veremos nuevamente, la cercanía y modestia con la que se acercan los postulantes a solicitar nuestros sufragios y somos testigos como una vez electos la soberbia le transforma en diocesitos.
Todos hemos sido testigos de como con generalidades han logrado conformar planes electorales que hacen de enunciados de los problemas, pero cuyas soluciones son totalmente impracticables o nunca han pensado en realizar.
Todos hemos presenciado como se explota y abusa de las situaciones, generalmente muy difíciles, que enfrentan los más desposeídos de la población, y como utilizan sus necesidades como herramienta para llegar al poder.
Si todo lo anterior fuera poco, hemos sido testigos privilegiados de volteretas vergonzosas, como el anuncio de cambio radical en el sistema económico para posteriormente querer vestirse con los resultados obtenidos por este esquema.
O la prédica incesante de las necesidades imperiosas de modificar la Constitución de la "dictadura" para hacerle un par de cambios cosméticos con el objeto de cambiar el nombre de quien la hizo realidad.
La mayoría de las intervenciones de los Parlamentarios, que se pueden ver en diferido en los canales del Congreso, simplemente dan pena, por la escacez de ideas, la repetición de consignas y la limitación del bocabulario.
Los absurdos con que tratan de cubrir sus privilegidisimas situaciones, además de los abusos que cometen, o las explicaciones para sancionar remuneraciones mínimas miserables son claramente vergonzosas.
Los debates en los que mayoritariamente se repite la consigna partidista o se aprueba de acuerdo a la ilegal "orden de partido" nos proporciona una "fotografía" de la medianía intelectual de la mayoría de nuestros representantes.
Las elaboradas explicaciones que buscan podría ser reemplazadas por cuatro palabras o cinco cortas palabras, la gente está cansada de incapacidad, mentira, engaño, ineptitud y sinvergüezura.
martes, mayo 20, 2008
Dos Chiles
Publicadas por Diario Reaccion Chilena a la/s 12:01 a.m.