Reacciona Chile……..
Para todas las personas “racionales”, con dos dedos de frente, necesariamente debieron encenderse las luces de alarma cuándo hace casi 18 años asumió el poder una coalición “instrumental” , que se unía solo por el odio, la venganza y los afanes de poder, dominada por un izquierdismo anti-valórico, aunque apareciera como liderada por aparentes Demócratas y Cristianos.
Los resultados de este acontecimiento no tardaron en ser perceptibles para las personas más informadas, como la disolución de la familia, la destrucción del matrimonio o el asesinato de millones de nonatos. Muy pronto constatamos, los menos informados, que aumentó exponencialmente la “convivencia”, el nacimiento de hijos sin progenitor y el indiscriminado abortismo.
Junto a la situación de desmoralización de la sociedad comenzó un violento ataque del narcotráfico, con su secuela corruptora, el fomento al consumo de dogas legalizadas, como el alcohol, que han terminado por destruir a parte importante de nuestras juventudes, a las que se ha llenado de valores chatarra, pero con denominación de marcas de prestigio.
Los encargados de cuidar “el sueño de los inocentes” han visto cercenadas sus capacidades fiscalizadoras y la dictación de legislaciones permisivas anulan sus esfuerzos, dejando los espacios públicos en manos de los desalmados o de los desadaptados, arrinconando a las personas honestas a la presunta seguridad de sus hogares, en los que se encuentran casi prisioneros.
Sin duda la desvaloración de los valores nacionales, esos que hicieron al país grande y respetable, son uno de los éxitos indiscutibles de la Concertación, que mejor debiera denominarse confabulación, que solo administra, ciertamente en beneficio propio, los resultados de las políticas económicas instauradas por la dictadura, las que han sido convenientemente exacerbadas por un conglomerado anti libertario.
Así vemos, como a la destrucción de los valores de la familia, se agrega el fomento de los egoísmos y el egocentrismo, que sumados a la alta concentración del capital y al desarrollo de mentalidades usureras han convertido al pueblo en rehenes de créditos indiscriminadamente concedidos, restándonos toda posibilidad de reacción ante los sucesos descritos, pues la amenaza de caer en el DICOM, simplemente los hace desaparecer de la faz de la tierra.
Creemos que los hechos, sucintamente relatados, que deshumanizan al país nos han hecho perder parte importante de nuestras libertades, a la vez que por si solas son la más feroz trasgresión a los derechos humanos del pueblo de Chile, al que por obra y gracia de un sistema diabólicamente administrado han convertido en “ciervos” de la banca y el gran capital, a lo que sin duda alguna colabora de manera insustituible la precariedad del empleo que han instaurado.
Hemos sido vilmente engañados por posiciones aparentemente libertarias, humanitarias y de defensa de los sectores más desposeídos, con lo que hemos caído en las desaprensivas manos de una pandilla que solo usufructo, en forma personal o de sus amigos, de los beneficios del poder y la enorme caja fiscal.