Hermogenes un gran tribuno.
¡Que acorten el segundo tiempo!
por Hermógenes Pérez de Arce.
La Presidenta empezó "el segundo tiempo" de su gobierno (caracterizado, dijo, por la probidad) presentando un nuevo gabinete, en el cual dos miembros habían aparecido cobrando a Gendarmería honorarios objetados por la Contraloría.
Al finalizar el primer tiempo, comunistas recorrían el país organizando "movilizaciones" y dejando un reguero de incendios, sabotajes y pérdidas. El cabecilla, Cristián Cuevas, había anunciado: "Esto lo vamos a hacer; si no es en el marco legal, vamos a romper los candados de la institucionalidad heredada de la dictadura y que estos gobiernos profundizaron y no han modificado en nada" ("El Siglo", 15.06.07). El ministro del Trabajo apareció abrazando a Cuevas y solidarizando con él.
En el sur se suceden los atentados. Obvio. Los mapuches se han dado cuenta de que si atacan fundos, el Estado se los regala. Además, personeros del régimen piden la derogación de la ley antiterrorista. ("Iustitia chilensis": con aquélla los jueces de izquierda condenaron a perpetua a militares que mataron terroristas). Pronóstico: más terrorismo en el sur, desvalorización de la propiedad y menor producción.
¡Y cómo se van las platas públicas! El Transantiago pierde 40 millones de dólares mensuales. A mediados del año pasado se publicó que ya había costado mil 600 millones de dólares. Esa es una cifra simbólica para la Concertación. El forado de EFE apunta a ella y es lo mismo que el Estado había pagado, hasta fines de 2006, a la extrema izquierda, como compensación por haber sido impedida de establecer por las armas un régimen totalitario. Y eso sin contar con los 300 millones de pesos o más que los jueces de izquierda otorgan a la familia de cada extremista caído entre 1973 y 1990. Como el número de éstos fue de 2.774 (Comisión de Reparación y Reconciliación), si multiplicamos por $300 millones da ¡otros mil 600 millones de dólares para la izquierda!
Y en estos días se anuncia que los jerarcas marxistas que estuvieron apresados en la isla Dawson, a raíz del pronunciamiento (precaución mínima, pues, como decía Frei Montalva al ABC de Madrid del 10.10.73, "el mundo ignora que los marxistas chilenos disponían de un armamento, oculto en miles de escondites, superior en cantidad, y a veces en calidad, al del Ejército"), están cobrándole al Estado otra indemnización (aparte de todas las ya recibidas) de doce mil millones de pesos (apenas 25 millones de dólares). Y la ministra de Educación ha extendido el subsidio educacional a los nietos de los casi treinta mil izquierdistas que se declararon torturados ante la Comisión Valech y que ya gozan de pensión vitalicia. ¿Cuántas generaciones durará esto?
¿Quiénes pagan? No los izquierdistas, que sustraen dinero, pero no lo producen. ¿Quiénes lo van a producir? Las pymes no: el empresario Vicente Calvo declara el aniquilamiento de ese sector tras la ley de subcontratación ("El Mercurio", lunes). En "La Segunda" del mismo día otro empresario, Luis Chadwick, se alarma ante el dicho del ministro del Trabajo de que "preferiría no tener en el país" a los multimillonarios. Estos son los empresarios grandes. Entonces, si liquida a las pymes y se tienen que ir los grandes, ¿a quién le van a seguir sacando mil 600 millones de dólares a cada rato?
Si fuera sólo plata no sería tanto, pero también están liquidando a la familia. Roberto Méndez ("El Sábado", 26.01.08) cita estadísticas oficiales según las cuales el 62 por ciento de los niños nace fuera del matrimonio. Los han dejado sin familia.
Alguien debería convencer a la Concertación de que a todos, incluyéndolos a ellos, nos convendría acortar el segundo tiempo.
Pronóstico: más terrorismo en el sur, desvalorización de la propiedad y menor producción.
La Presidenta empezó "el segundo tiempo" de su gobierno (caracterizado, dijo, por la probidad) presentando un nuevo gabinete, en el cual dos miembros habían aparecido cobrando a Gendarmería honorarios objetados por la Contraloría.
Al finalizar el primer tiempo, comunistas recorrían el país organizando "movilizaciones" y dejando un reguero de incendios, sabotajes y pérdidas. El cabecilla, Cristián Cuevas, había anunciado: "Esto lo vamos a hacer; si no es en el marco legal, vamos a romper los candados de la institucionalidad heredada de la dictadura y que estos gobiernos profundizaron y no han modificado en nada" ("El Siglo", 15.06.07). El ministro del Trabajo apareció abrazando a Cuevas y solidarizando con él.
En el sur se suceden los atentados. Obvio. Los mapuches se han dado cuenta de que si atacan fundos, el Estado se los regala. Además, personeros del régimen piden la derogación de la ley antiterrorista. ("Iustitia chilensis": con aquélla los jueces de izquierda condenaron a perpetua a militares que mataron terroristas). Pronóstico: más terrorismo en el sur, desvalorización de la propiedad y menor producción.
¡Y cómo se van las platas públicas! El Transantiago pierde 40 millones de dólares mensuales. A mediados del año pasado se publicó que ya había costado mil 600 millones de dólares. Esa es una cifra simbólica para la Concertación. El forado de EFE apunta a ella y es lo mismo que el Estado había pagado, hasta fines de 2006, a la extrema izquierda, como compensación por haber sido impedida de establecer por las armas un régimen totalitario. Y eso sin contar con los 300 millones de pesos o más que los jueces de izquierda otorgan a la familia de cada extremista caído entre 1973 y 1990. Como el número de éstos fue de 2.774 (Comisión de Reparación y Reconciliación), si multiplicamos por $300 millones da ¡otros mil 600 millones de dólares para la izquierda!
Y en estos días se anuncia que los jerarcas marxistas que estuvieron apresados en la isla Dawson, a raíz del pronunciamiento (precaución mínima, pues, como decía Frei Montalva al ABC de Madrid del 10.10.73, "el mundo ignora que los marxistas chilenos disponían de un armamento, oculto en miles de escondites, superior en cantidad, y a veces en calidad, al del Ejército"), están cobrándole al Estado otra indemnización (aparte de todas las ya recibidas) de doce mil millones de pesos (apenas 25 millones de dólares). Y la ministra de Educación ha extendido el subsidio educacional a los nietos de los casi treinta mil izquierdistas que se declararon torturados ante la Comisión Valech y que ya gozan de pensión vitalicia. ¿Cuántas generaciones durará esto?
¿Quiénes pagan? No los izquierdistas, que sustraen dinero, pero no lo producen. ¿Quiénes lo van a producir? Las pymes no: el empresario Vicente Calvo declara el aniquilamiento de ese sector tras la ley de subcontratación ("El Mercurio", lunes). En "La Segunda" del mismo día otro empresario, Luis Chadwick, se alarma ante el dicho del ministro del Trabajo de que "preferiría no tener en el país" a los multimillonarios. Estos son los empresarios grandes. Entonces, si liquida a las pymes y se tienen que ir los grandes, ¿a quién le van a seguir sacando mil 600 millones de dólares a cada rato?
Si fuera sólo plata no sería tanto, pero también están liquidando a la familia. Roberto Méndez ("El Sábado", 26.01.08) cita estadísticas oficiales según las cuales el 62 por ciento de los niños nace fuera del matrimonio. Los han dejado sin familia.
Alguien debería convencer a la Concertación de que a todos, incluyéndolos a ellos, nos convendría acortar el segundo tiempo.
Pronóstico: más terrorismo en el sur, desvalorización de la propiedad y menor producción.