martes, diciembre 03, 2013

La Necedad Tiene su Precio, por Hermógenes Pérez de Arce.






La Necedad Tiene su Precio,
por  Hermógenes Pérez de Arce.


Cuando hace más de medio siglo Jenaro Prieto rebautizó al país como Tontilandia, lo hizo a raíz de las necedades que discurrían los Gobernantes de izquierda que llegaron al poder después de 1938. Décadas después hubo un interregno de inteligencia que duró desde 1973 hasta 1990 y que "le cambió el chip" al país, llevándolo a la cabeza de las naciones latinoamericanas en materia de políticas públicas. Pero no pudo consagrar la libertad de enseñanza en plenitud, de modo que todavía la mayoría de los tontilandeses entiende las cosas al revés. Entonces ahora esa mayoría se dispone a justificar el re-bautismo de Jenaro y una de las cosas que se promete para el futuro es la de elegir el peor de los sistemas educacionales, el Estatal, dejando de lado al mejor, que es el particular pagado y que, a partir del nuevo Gobierno, como lo dice expresamente su Evangelio inspirador, el texto "El Otro Modelo" (páginas 225 y sigtes.) quedará rigurosamente prohibido.


Se ha dado a conocer el resultado de las pruebas PISA para medir la calidad de la enseñanza. En Matemática, la educación Estatal logra 391 puntos, la particular subvencionada 430 y la pagada 518. En Lectura los puntajes respectivos son 412, 449 y 522 y en Ciencias 414, 453 y 529.


La enseñanza particular pagada chilena supera los promedios logrados en los países más desarrollados, pertenecientes a la OCDE. ¿Se imaginan el salto adelante que daría el país si el Estado, en lugar de desperdiciar su plata en una burocracia enorme e inepta se la diera a las familias de clase media y baja para que eligieran los mejores colegios para sus hijos? Si no se lo imaginan, yo se lo voy a decir a ustedes: en pocos años habría total igualdad educacional entre los chilenos, sin otras diferencias que las que puede haber hoy entre los Padres Franceses, los Jesuitas, el Saint George's y el Tabancura, que compiten entre sí y a gran distancia de los establecimientos Estatales.


Pero vivimos en Tontilandia, de modo que ¡adivinen ustedes qué se propone el futuro Gobierno de Bachelet!: que toda la educación sea Estatal. Es decir, Tontilandia prefiere el sistema de 391 puntos y suprimirá el de 518 puntos, para referirnos sólo a la Matemática.


¿Por qué? Hay numerosas razones, la primera de las cuales es que la izquierda es socialista. El socialismo es "la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la prédica de la envidia, y su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria" (Churchill). ¿Cómo se consigue esta miserable meta? Haciendo obligatorio y universal el peor sistema de enseñanza y prohibiendo el mejor.


Si viviéramos en "Inteligentilandia" la mayoría se daría cuenta de dos cosas obvias: la primera, que el mejor sistema de enseñanza es el particular pagado y la segunda, que con el dinero que se malgasta en el sistema peor, el de la educación pública, se podría dar a los padres de clase media y baja los recursos para educar a sus hijos en establecimientos particulares pagados de excelencia, de manera que en la generación siguiente ya no serían de clase media ni baja, sino alta. Porque la plata está y la cosa es gastarla bien, en enseñar y no en "pegas" para los correligionarios en cada vez más Superintendencias, Agencias y en ese monstruoso Ministerio de Educación controlado por un profesorado comunista que sólo sabe enseñar el odio, la revolución y la envidia.


Pero no vivimos en "Inteligentilandia" sino en su polo opuesto, de manera que vamos a elegir un Gobierno peor, que va a imponer generalizadamente un sistema de enseñanza peor, con el cual va a alcanzar la suprema meta socialista de la IGUALDAD en la miseria.

EMPELOTANDO A LAGOS