Lo que natura non da......,
por Mario Montes.
Se hacen inmensos ejercicios y campañas publicitarias para adornar a algunas personas con atributos que no tienen, como por ejemplo las campañas realizadas por Lagos y Bachelet, y para posteriormente sostener la falacia construida con una hábil demostración de “ingeniería política”.
Uno de los principales autores de esta verdadera estafa, el columnista del diario El Mercurio, Eugenio Tironi, doctor en sociología de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, con conceptos decimonónicos intenta deslegitimar al Presidente Piñera por su forma de ejercer el poder.
Para este personajillo pareciera ser que actuar como uno es en la vida pública es una ofensa a los electores y una demostración, por cierto equivocada, de un actuar lejano a las formulas republicanas, que a juicio de él escritorcillo, le han impedido ser tocado la "varita republicana".
El sujeto de marras, Tironi, parece sentirse el censor de las actividades de sus adversarios, a los que descalifica de manera ruin y cobarde, sabedor que por la dignidad del cargo no pueden responder a las infamias que el acostumbra a lanzar en su permanente diatriba del Mercurio.
Dice Tironi en su columna del martes que “A cerca de un año de haber sido ungido Presidente de la República, no se ha transformado en autoridad” en circunstancias, que uno de los valores que más le pondera la gente a Piñera es su capacidad para enfrentar situaciones de crisis, 69%, y su autoridad y liderazgo que son aprobadas por un 65%.
Consideramos que el Señor Tironi, experto en manipulaciones políticas, se siente un personaje superior al resto de los chilenos, quizás moralmente superior al resto, pero, como lo habrá notado su última maniobra fracasó expulsando de La Moneda a su corrupta concertación.
Su nieva conspiración, contra la imagen de Piñera, volverá a fracasar, porque si bien ha demostrados que puede fallar en la previsión del combustible necesario para el helicóptero, también es cierto que ha evidenciado una capacidad enorme de trabajo y de acción.
Digno de pobres de espíritu nos parece el auto conferirse capacidades de juzgar las actitudes de los demás, sobre todo cuándo al parecer no logra entender que los liderazgos modernos están basados en la autenticidad y la eficacia, dos valores en los que Tironi demuestra absolutas falencias.
La autoridad y liderazgo “libresco” que gustan al columnista comentado son contrarios a lo que ideológicamente el predica, pues son absolutamente cercanos a las dictaduras que a sistemas democráticos en los que se respeta a quien nos ha derrotado en buena lid.
Seguramente al sociólogo le parece que los hermanos Castro, en Cuba, Evo Morales, en Bolivia, o Hugo Chávez, en Venezuela, son los auténticos representantes del liderazgo que él prefiere, aunque representen un mentís a su cacareado espíritu democrático.
Finalizando estas letras reiteramos que parece ser cierto el eslogan grabado en el frontiscopio de la Universidad de Salamanca que reza “Lo que natura non da, Salamanca non presta”, como recuerdo a los tiempos en que esa Universidad era la más prestigiosa del mundo occidental.