Clase política da nauseas

No hay duda que nuestros políticos producen nauseas, desde el oficialismo somos testigos de una farra farandulesca impresionante, mientras la oposición nos da el especáculo de sus permanentes peleas, pero eso no debe desviar el foco de nuestra vista de la necesidad imperiosa de cambiar a la pandilla que ejerce el poder, so pena de hipotecar el futuro y de institucionalizar las tremendas injusticias que han producido. Ni hablar de la corruptela que han enquistado en la administración pública.


La coalición de Gobierno se deshace, ya ni siquiera los beneficios del poder son capaces de mantenerla unida, comienzan a aparecer las diferentes “vertientes” que la componen, con sus impresionantes diferencias valóricas. A pocas personas les cabe en la cabeza la posibilidad de ver ateos, agnósticos y católicos, en un alianza que a todas luces es espuria y ha perdido el impulso que la movía. Definir la concertación hoy, es hablar de verdaderas momias de la política, con un pasado mejor, un presente escaso y sin ningún futuro.

Lamentablemente la oposición formada por la Alianza parece no querer aprovechar la debilidad de su adversario y persisten en peleas de escasa monta, que solo cooperan a extender la imagen de que no proporcionan seguridad de gobernabilidad. Si los lideres de la UDI y RN quieren hacer algo por el futuro de Chile y su pueblo, deben poner fin de inmediato al lamentable espectáculo que están dando. Tienen las mejores ideas y la mejor gente, que esperan para ponerse a trabajar para ganar.

Candidatos, de fuste, sobran, por un lado está el ya lanzado Sebastián Piñera, que no nos agrada pero votaríamos por el, está la Senador Evelyn Matthei, que aunque no está corriendo es una excelente carta, están el mismo Longueira, Allamand, el Alcalde Ñuñoa, o la Alcaldesa de Concepción. Nombres hay muchos con capacidad de sobra, lo único que falta es que todos comiencen a trabajar